Para ahorrar agua
Sin tener que perder un momento de bienestar en el baño, puedes ahorrar agua adoptando unas sencillas medidas.
Cuando te laves los dientes o te afeites, por ejemplo, cierra el grifo cuando no necesites utilizar agua. De este modo, se ahorrarán al menos 18 litros. Si lo multiplicas por el número de veces que te cepillas los dientes o te afeitas, esta cifra no tardará en aumentar considerablemente.
Opta por las duchas en lugar de los baños y abre el grifo cuando te enjabones. Esto puede tener un doble beneficio: uno para el medioambiente y otro para tu piel. Para el medioambiente, ayudará a disminuir el consumo de agua. Ducharte (con una media de 80 litros de agua) consume tres veces menos agua que bañarte. En cuanto a tu piel, estarás ayudando a cuidarla. El agua dura tiende a resecar la piel; el exceso de cloro puede irritarla. Al suprimir los baños, tu piel tendrá menos contacto con el agua. Creemos que cinco minutos son suficientes para una ducha, lo que te da tiempo a escuchar tu canción favorita para empezar el día, o terminar el día sintiéndote fresco. Para los que quieran ir más allá, también hay equipos que pueden conseguir para ayudar a ahorrar agua.