Cuando pensamos en protección solar lo asociamos inmediatamente con actividades al aire libre y la playa. Sin embargo, años de estudios nos confirman que los efectos del sol (sin protección) pueden ser dañinos tanto en interiores, como en exteriores. Hasta hace poco se hablaba de los daños ocasionados por la radiación de la luz azul que provenía de los aparatos electrónicos a los que estamos conectados gran parte del tiempo (televisión, computadoras, teléfonos y tabletas) pero los rayos del sol son en un 80% luz azul, capaz de atravesar nubes, ventanas y más y llegar hasta las capas más profundas de tu piel.
Aun cuando la luz azul es esencial para regular nuestros ritmos circadianos o del sueño y nos ayuda a mantener el ánimo en las horas del día, la exposición prolongada a la luz visible de alta energía (HEV por sus siglas en inglés) puede ir detrimento de la salud de nuestra piel. Una de las preocupaciones principales relacionadas con la exposición a la luz azul es el envejecimiento prematuro. Al penetrar más profundamente que los rayos UVA y UVB, activa la producción de radicales libres que dañan las fibras de colágeno y elastina, generando arrugas, líneas de expresión y flacidez. La excesiva exposición a la luz azul también puede llevar a la hiperpigmentación, una condición que se genera por la sobreestimulación de la melatonina, el pigmento responsable del color de la piel, y produce manchas oscuras o un tono desigual de la piel.
Para combatir estos efectos, el uso del protector solar en interiores es ahora recomendado para crear una barrera protectora necesaria contra la luz azul y disminuir además el riesgo del cáncer de piel. Aunque la mayoría de los tipos de cáncer de piel se asocian a la radiación de los rayos UV, estudios sugieren que la luz azul puede contribuir al daño de la piel y esto incide potencialmente en el riesgo de contraer cáncer. Aun cuando se requiere de una investigación más profunda en el área, se destaca la importancia del uso de protector solar de amplio espectro tanto adentro, en interiores, como al aire libre.
Escoger el protector solar correcto es la parte más importante de la ecuación. Así como las capas de la piel, son muchos los aspectos que hay que tomar en cuenta para tomar la decisión. Busca productos de amplio espectro que te protejan tanto de los rayos UVA como de los UVB, pero que también tengan protección contra la luz HEV de alta energía y la luz azul del sol. El filtro patentado de Avène, TriAsorB, tiene una tecnología de absorción y rebote del espectro solar completo, protegiendo la piel con factor de protección SPF 50+. Pero además de la protección de amplio espectro, es vital considerar que no todas las pieles son iguales y que muchas veces la formulación de los protectores solares puede desmejorar la condición de la piel. En Avène tenemos muy presente esto y por hemos creado una línea de solares con el filtro patentado TriaAsorB que logra hasta 75% menos manchas causadas por la luz azul del sol, pero formulada con beneficios e ingredientes activos para cada tipo de piel.
Las pieles normales se benefician con Intense Protect, para usar en cara y cuerpo, brinda hidratación y luminosidad y ayuda a prevenir y reducir manchas. Las pieles que van de normal a mixta, adoran la textura ultra fluida de Fluido Solar, se absorbe rápidamente y tiene un efecto unificante. El cuidado de las pieles grasas y con tendencia acneica, tan sensibles al sol, está a cargo de Cleanance Solar, cuya fórmula alcanza hasta 55% menos imperfecciones y puntos negros. Finalmente, las pieles secas consiguen hasta 8 horas de hidratación continua con la Crema Solar de Avène.
Aplicar y reaplicar es la consigna. Cada 2 horas si estás al aire libre y cada 4 si estás en interiores. La protección solar es el primer y verdadero cuidado antiedad que todos debemos tener, sin importar la edad, la ocasión o el tipo de piel. Nuestro yo del futuro nos lo agradecerá.
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