A veces, los brotes pueden afectar a un grupo inesperado: los bebés. Si aparecen lesiones características de esta forma de brotes en la cara de tu bebé, no te asustes (sobre todo, porque no son dolorosas). Los brotes en los bebés desaparecen espontáneamente en pocas semanas y son mucho más comunes de lo que parecen. Mientras tanto, aquí tienes algunos consejos para mantener la piel de tu bebé suave.
Los brotes infantiles no son tan poco comunes. Afectan a 1 de cada 5 recién nacidos entre 0 y 3 meses, con mayor frecuencia a los varones. Se manifiestan en forma de pequeños granos rojos o blancos y comedones cerrados apenas visibles, principalmente en las mejillas, pero también en la frente y la barbilla (más raramente en los hombros, la espalda y el pecho). Aunque pueden causar angustia a los padres, los brotes infantiles no son dolorosos ni producen picores. Tampoco los predispone a padecer brotes juveniles en el futuro.
Mi pequeño empezó con pequeños granos en la frente, luego se extendió a la nariz, las mejillas, debajo de los ojos e incluso en el cabello. El pediatra me ha tranquilizado y me ha aconsejado que humecte y lave su piel con productos de cuidado suave, y efectivamente están empezando a desaparecer…
Anne, 28 años
¿Qué causa los brotes infantiles?
Las razones por las que un bebé desarrolla brotes no están completamente establecidas. Sin embargo, parece que se debe principalmente a la actividad androgénica residual de la madre. En otras palabras, la fuerte oleada hormonal que experimenta la madre al final de su embarazo puede estimular las glándulas sebáceas del bebé. Otra posibilidad es que mamá y papá utilicen sustancias grasas para limpiar la cara del niño. Así que evita esto…
ASESORAMIENTO AMABLE (Y EXPERTO)
¿Granos en su carita? ¡No los toques!
Un consejo que se aplica tanto a los brotes infantiles como los de adolescentes o adultos: no toques las lesiones de tu bebé y, sobre todo, no intentes reventar sus granos. Incluso a esta edad, existe un riesgo real de infección secundaria y de cicatrización como resultado de estas manipulaciones. Y, si las lesiones de brotes de tu hijo persisten, no dudes en pedir consejo a tu pediatra o dermatólogo.
En la mayoría de los casos, los brotes en los bebés se curan espontáneamente en pocas semanas y no requieren ninguna terapia específica. Esto no debe impedirte cuidar la piel de tu bebé con productos seguros y adecuados.
¿Qué productos debes elegir?
Elige productos con una cantidad de ingredientes mínima, sin fragancias, colorantes, alcohol ni parabenos. Comprueba que son adecuados para la piel más frágil y que se han probado bajo control pediátrico y dermatológico.
Lo mínimo
Menos es más. Limítate a lo esencial, a lo básico. Un limpiador especialmente diseñado para el bebé, un agua termal y una crema hidratante que calmará y nutrirá la piel.
La forma correcta de limpiar la cara de tu bebé
La cara del bebé se limpia con más frecuencia durante el baño. Empapa un algodón o una compresa con un producto de limpieza y pásalo por la cara del niño, empezando por la frente y las sienes, luego las mejillas, los lados de la nariz y termina por la barbilla y la boca. Cuando termine el baño, seca su rostro a palmaditas suaves. A continuación, aplica una crema hidratante.
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